lunes, 5 de noviembre de 2012

Ciclo.

El murmullo de las mesas, escrito con tinta internacionalmente asimilada y aceptada. Tomar un café, o mas bien un submarino, extremadamente pequeño, extremadamente "café", en un rinconcito del lugar mas sucio y revuelto, ideologicamente hablando, de la gloriosa ciudad. Los cuadrados del muro me enloquecen, los precios me alborotan, y solo escribirlo me queda. Un cuadrado es mi lugar ahora, y tan solo hace minutos lo fue la calle, el subterraneo. Y todos hablan, comen, toman y hablan mas. Se reúnen quien sabe para que, todos están muertos, y sin embargo si se los dijese en la cara me tomarían por demente, o por sarcástico  o por idiota. Que importan, nada hay mas verdadero que mi muerte y su muerte. Ellos lo saben pero simulan olvidarse, creen que pueden caminar mas lento y así nunca llegar. Y yo seria demente si les dijese la verdad.
Los colores desordenan mis ideas, incrementan mi actividad mental. Mi problema me brinda el privilegio de escribir esto, con una birome que tendría que dejar abandonada al azar en este lugar, o lanzarla por la ventana, porque contrasta mucho mas conmigo que con mi café.
- "Me lo compre hace dos días, solo lo uso para el mp3, el facebook, el twitter, y para revolver mi café".
- "Le rompió la boca, el pibe quería llevarla a la cama. Y ella es una regalada"
- "Me dieron unos chicos para entrenarlos, el jefe confia en mi, me va a aumentar el sueldo seguro. Si no hay dinero de por medio, yo no hago nada".
Chusmerio, Chusmerio. Participo y no lo hago. Mis oídos retumban, tiemblan, escuchan, escrutinian. Mis ojos toman el submarino, piensan los precios, ven la tinta correr rápidamente manchando el tiempo que aquí pierdo. No se si participo, escucho y no me interesa, pero si no escucho me interesa escuchar, me interesa saber cuanto son. Porque ellos son, pero en términos de cantidad, y claro, calidad. Son 5000 y son "SuperSenior". O solo un Senior y un idiota que se autoglorifica, auto-reza, auto idealiza, y no se supera, porque es insuperable.
Mal me miran porque escribo. No, no pretendo otro "café". No pretendo que me sigas tomando el pelo, y no pienso moverme hasta que quiera hacerlo o hasta que mi mano decida dejar espacios en blanco que mi voluntad no puede. Me enloquece pero me entretiene. Son un millón de hoyos negros, compitiendo por quitarse el espacio de absorción.
No limpie, y si me levanta la taza que sea para traerme otra, en recompensa por el precio que estoy pagando. No pretenda que me vaya aceptando su indirecta.. Dinero, dinero, dinero. Propina, propina, propina. "¡Esa persona esta escribiendo y estaba leyendo!". Si, los huelo. Sus ideas son tan absurdas y repetitivas como mi pretensión de seguir jodiendoles la mesa, de seguir adivinando lo que piensan.
"Comer e irse. A las 10 se cena. Descolocado, desubicado". "Me emborracho, tomo, me emborracho, como".
Casi esculturas de piedra, no dejan de suplicarme que me vaya y les de el espacio. O al menos que deje de escribir. Es tan anormal, tan fuera de sitio. Escribir para no vomitarte encima tu estupido café o semi submarino, para no escupirles a todos y que despierten. No quiero hablar, quiero que ustedes dejen de ocuparse en idioteces. Y sin embargo, no me importa.
Y me voy, entre ya gritos, ruidos de jugosas mordidas carnívoras, de gaseosas abriendose y esparciendo el veneno en las ranuras entre los dientes y extendiendose en las lenguas, de cocineros apurados y de mal humor, que tiran la comida en la mesa. En medio de peones empresariales, reinas que no saben moverse inteligentemente, bailes de risas, carcajadas, y mozos mirándome mal, movimientos erróneos de los caballos, de los caballos de troya que luchan por defender la superioridad y el mandato de los números  de las cifras que siguen aumentando, que siguen elevándose por encima de las voces que me ahogan. Cartas de precios altos, mesas constantemente limpiándose solas. Me voy porque todo va tomando forma, me voy porque todo se va enfrentando a su propia desintegración, a su transformación  Todo verde, comandos, ceros y unos, ceros y unos, pixeles muertos, sumas, multiplicaciones, la puerta me muestra el resultado, me incita a ser otro + , me incita a ser un factor, me invita a bailar entre números y entre luces y cuadraditos, palabras inútiles rodeadas de cuadros alegóricos  de representaciones baratas, adquiridas sin ningún sentido ni conocimiento de si. Relojes que te dicen "comé y te vas, comé y te vas. Andate ya, pagá, pagá, pagá"... Mi mente gritándome "¡van a morir, y se preocupan por comer para atrasar su muerte!".

martes, 23 de octubre de 2012

Sustantividad.

La casa de Karen no era precisamente "un hogar". Quizas por ello es que pasaba la mayor parte del tiempo leyendo sus revistas en su balconcito empedrado, el unico lugar que le brindaba algo de calor natural en ese infeliz departamento. Cada vez que pensaba en ese pedazo de tierra, lo pensaba en vistas a una posesión futura, con la conviccion de que lo recibiría antes que su hermano, por ser precisamente la mayor. Pero el pensar de esta manera implicaba ver a sus padres muertos, y aunque sabia que pasaria tarde o temprano, era hipcrita. Se decia a si misma que era cruel al pensar en ello. Pero en seguida comenzaba a imaginar la remodelacion de la cocina o la ampliación del ambiente de su balconcito, como si su conciencia moral hubiese sido solo un muro de telgopor, que tenia que aparecer para salvar su imagen ante si misma.
El timbre de la casa sono pacifica y delicadamente, como si lo hubiesen rozado por un segundo. Supo quien era, solo una persona era conciente del mal funcionamiento del aparato. Era demasiado temprano, siquiera habia tenido tiempo de leer unas cuantas paginas, olvidando por completo cambiarse de ropa. Tocando el botoncito negro, abrio la puerta de abajo. Esperaria a que subiera las ruinosas escaleras para atenderlo, y mientras tanto se calzaria las viejas botas negras y altas, que tan bien lucia.
La puerta se abrio y con una sonrisa recibio al ente extraño que se le presentaba. Parecia que habia subido muy lentamente la escalera que iba a ese piso. Cualquiera que no lo conociese pensaria que su expresion reflejaba sufrimiento, maltratos previos, y se preocuparia casi exageradamente por su salud. Pero el no se inmutaba, parecia que nada lo afectaba, ni siquiera las lentas escaleras que habia tenido que subir para encontrar a su amiga, en la puerta, y aun no lista para salir a la calle.
- Es que... estaba leyendo. No se porque venis siempre apresurado. Sabes que me demoro en prepararme. Decime algo.
- No me estaba quejando. Te espero, ya venia sabiendo que debia esperarte, asi que no me afecta.
Con una mirada de desconfianza, ella se abalanzo a su habitacion, vociferando algo confuso, que debilmente le indicaba se acercase y cierre la puerta. La misma oscura casa de siempre, lo atrapaba y lo dejaba en suspensión. Era un hogar nada confortable, mas que nada porque muchas de las cosas que habia alli, y que estaban en un completo desuso y abandono, ocupaban grandes espacios, y uno debia esquivarlos para pasar. Era un reflejo de la chica que alli vivia, y de su familia, que casualmente casi siempre estaba ausente cuando el llegaba. Claramente con una de las grandes ventanas abierta, podria haber sido realmente acogedora, pero sin embargo se asemejaba a las antiguas casas, que durante un tiempo y hasta la siguiente mudanza, se mantenian cubiertas por un manto de polvo y olvido, con leves rayos de luz entrando por rincones deteriorados y ventanales mal cubiertos, muebles siendo invadidos por las ratas, arañas y los vagabundos. Esta casa mostraba un mismo destello, puesto que muchos de los objetos se encontraban igualmente cubiertos y polvorientos. Al parecer uno de los habitantes, era un comprador compulsivo o un coleccionista sin sentido, pero todos afirmaban ante la mirada confundida de Lied, que todo se usaba y era util, aunque no constantemente, y que no tenia porque ser asi de igual modo.
- Claro, es mas facil justificarse que asimilar la realidad- Dijo Lied sentandose en el sillon cama.
- ¿Como?- se escuchó a Karen gritar desde la habitacion. En seguida se acercó a la sala, con una mochila azul, un par de gruesas revistas, y 3 pares de botas. Parecia estar confundida no pudiendo decidir que calzar. - ¿Estuvo bien tu viaje? ¿Que hiciste todas esas horas en el micro? Se lo pesado que es, estuve casi 20 horas en uno, por suerte habia llevado los auriculares, no se que hubiese hecho con toda esa gente sentada a mi alrededor y yo ahi, sola.
-Sola y acompañada. ¿Acaso no se te ocurre que eso es contradictorio?. No se... ¿quizas hubieses podido charlar?. Es algo muy comun en los viajes.
-No los conocia, digo que estaba sola en el sentido en que no podia entablar conversaciones que me interesasen, porque estaba rodeada de extraños.
-Estas constantemente rodeada de extraños. Yo era un extraño antes de que me conocieses bien. No entiendo como una persona que no habla con extraños, habló conmigo, que era un extraño, y que de hecho, casi no hablaba. En cuanto a lo que hice en mi viaje, fue, bueno, algo simple. Imaginar señales. Detectar simbolos que a uno se le aparecen, no porque si, si no porque ahi deben estar. En cualquier momento, simplemente porque uno pasa, como si el camino estuviese esperandolo a uno. Tengo la teoria de que existen los simbolos individuales o particulares, y algunos generales. Pero, por el modo en que los humanos nos involucramos, los simbolos generales son creados por nosotros mismos, por nuestra situacion general. No siempre son simbolos de vida estos ultimos. Son como esos pequeños, sutiles, pero muy fuertes, dolorosos e incomodos golpecitos en el dedo del pie, cuando uno va medio dormido a alguna parte de la casa. Te enojan, pero te despiertan, porque algunas partes de nosotros son mas sensibles que otras. Quizas el miedo a golpearse nos hace despertar sensibilidad, pero el golpearse mismo es un gran toque a nuestra intelectualidad, es otro asunto, es lo que despierta a los simbolos. Son golpecitos molestos, pero te despiertan... te hacen darte cuenta de que te despertaste, ¿Entendes?. El problema es despreocuparse de eso, dejar de sentirlo y decir "me vuelvo a dormir", o ni siquiera sentirlo por haberse acostumbrando perdiendo la sensibilidad.- Su brazo se extendia como intentando demostrar lo abarcativo de su argumento, y mirando con fervor a su amiga, suplicandole que entendiese o que se esforzase en captarlo si quiera. De repente su mirada se perdió dentro de sus propias palabras...
- ¿Otra vez con tu filosofia vos? - Karen se preocupaba por mantener parejo el color de las uñas de sus pequeños pies, mientras Lied hablaba.
- Si, eso es definitivamente lo peor - Afirmó Lied sin prestarle atencion, levantando la vista que casi asomaba a la desesperación, a la ansiedad, mirando al vacio de la oscura habitacion con esos profundos ojos, semejantes al mas tenebroso de los pozos - Caminar con sonambulos, obstaculos que ya no perciben señales aunque les grites sus significados a 10 centimetros de la cara. Porque, sabes, ellos interrumpen tu vision y tu atencion de tus propias señales. Las tapan casi a proposito, cuando uno esta tan acostumbrado y demasiado involucrado mirandolas. Se tragan todo, son insectos revoloteando la misma luz - Se observaba las manos como si estuviese guardando una verdad universal dentro de ellas. De un momento a otro su rostro habia adquirido un tono ensoñador, mistico, extraviado - No se esquivarlos, sabes, pero si puedo no detenerme a escucharlos. Cuesta, pero es posible. No es nada malo, si no podes evitar algo, intentas aplastarlos, y mas cuando son bichitos, insectos que tapan tu luz, que te quieren hacer dormir. Parece que compitieramos por brillar. Pero, a mi realmente no me interesa brillar, Karen, a mi me interesa apagarlos. Opacar su brillo con su propia oscuridad.
Lo detuvieron los apresurados pasos de Karen, que daba vueltas por la habitacion, esforzandose por rescatar todo segundo de posible perdida. Al percibir un repentino silencio, se dio vuelta y lo miro un muy pequeño instante, para luego volver a su incasable busqueda.
- Acordate que me prometiste ir al cine hoy.
- Si, te lo prometi... - Una pizca, ensuciarse las manos solo un poco mas, las metaforas podian ser realidad en cualquier momento - Espero que esta vez no me hagas quedar toda la pelicula si no me gusta el ambiente, yo te espero afuera pero...
- Estamos retrasadisimos - Interrumpio la voz chillona de su amiga - Cada vez salimos mas tarde. Vamos a terminar saliendo a las 8 de la noche uno de estos dias.
Era dificil imaginarse si Karen habia escuchado siquiera un minuto. Ella siempre tan ocupada quitandole las asperezas a la superficie de las cosas, tenia una poco agradable, pero hermosa, egocentria. Lied la conocia lo suficiente, sabia que era tan engañosa como alegre. Daba todo por conseguir algo de la gente que queria, pero tambien golpeaba fuerte, con hirientes argumentos, si no conseguia lo que queria.
Era una niña caprichosa que encantaba en cierto modo, con su aire rebelde y oscuro, reflejado en mayor medida, en su vestimenta. Y es que uno se dejaba engañar por algo que parecia un aire bohemio a simple vista, y que terminaba por ser sólo un producto de la confusión que generaba.
Sin embargo, Lied se habia transformado en su amigo, ya que en ella, a pesar de su egocentrismo, podia sentirse debil aunque claramente, su sentimiento amistoso, su cariño. De cualquier modo, resultaba evidente, ella seguiria huellas en cuanto encontrara unas que pudiesen reflejar la satisfacción de sus eternos y promiscuas necesidades.
La calle estaba lo suficientemente soportable para recorrerla unos 30 minutos. El rayo del sol amenazaba con pegarse a uno y derretir su buen humor, hasta reducirlo al incontenible deseo de un aire acondicionado tamaño gigante. 
- Deberíamos volver a nuestra rutina de pasear por los bosques. Te veo tan poco natural, Lied, quizás si dejaras que tu mente se despeje. Vivís razonando todo, colgado en meditaciones, o no hablando... no respiras simplemente, si no que racionalizas hasta tu respiración  Perdes tiempo valioso. Yo te acompañaría a donde quisieses si tan solo lo dijeras.
- Mentira - Pensó Lied - Buscarías la manera en que todo se desvie a un tramo en donde puedas manejar y ordenar la situación. Ya lo has hecho. - ¿No podemos simplemente charlar? ¿Porque todo debería ser tan fácil?. Vivir no lo es, pensar la vida tampoco. Solo imaginarmela utopicamente, idealizarla, idealizarme a mi. Nada es fácil, Karen, entenderte tampoco lo es, y sin embargo hago esfuerzos supremos, no me dejo caer en el sillón pensando "Que buen sol, vamos a leer unas cuantas revistitas que me hablen de la vida de otros mientras la mia se desmorona y se cae sobre mis manos totalmente desnudas de sudor y lagrimas". La tristeza, la muerte, la pena, si tienen sentido. Lo que no tiene sentido es quejarme, callarme la boca para personas a las que no les interesa lo que les digo. Porque, ¿De que manera podrían saber si les interesa, si ni siquiera me tomo el trabajo de hablarles y decirselo?. Callarse, reir de los demas, no escuchar a otro porque no parecen dementes, eso es cobarde. Los que ahora parecen dementes, mañana seran montones y pareceran cuerdos. Todo sigue la lógica del montón. Si sos parte del mónton, sos lo mas cuerdo y lo mas acertado. Yo no soy parte de tu montón, Karen, y no pretendo serlo ni pretendo que seas del mio. No es que vaya a correr para el otro lado porque me resulta rebelde y caprichoso. Corro para el otro lado para que la gente note que hay un "otro lado". Esa despreciación del Otro, la diferenciación marcada que haces vos, como hacían los españoles y los conquistadores de distintas épocas cuando fueron a colonizar, o mas bien a ejecutar, degollar, asesinar, e incluso desmaterializar.. Si, no me mires así, esos que fueron a destruir a las sociedades porque las llamaban "Salvajes", "Incivilizados" o como se te de la gana decirles. Esas espantosas diferenciaciones, como te decía, son dignos de un idiota que solo ve el lado derecho, el determinado, el que marcan las leyes hechas por unos pocos para "unos demasiados", que piensan e imaginan que tienen poder sobre ellas y su ejecución, y terminan sufriendolas. Bien por vos si te gusta, marca el pasito, marcalo bien para que te lo sigan. Yo voy a demostrar que hay un otro lado, y que hay una "otra oportunidad" u "otra posibilidad". Infinidad de posibilidades, como la posibilidad de que ahora te pueda mandar a la mierda e irme a mi casa.
La luz del sol no dejaba, cada vez mas, abarcar grandes distancias con la visión. El vidrio del transporte, de alguna manera, se las arreglaba para mezclarse con su luminosidad y formar a lo lejos figuras, figuras que con tan solo un poco de talento e imaginación, podían moverse y hablarle a uno. Estatuas que revivian, o quizas pedazos de chatarra de camiones. Pero por desgracia, luchaban por desaparecer cuanto mas se acercaba el odioso colectivo a ellas. 

La mirada de Karen se había perdido en las palabras de Lied, y el observandola, en completo silencio, comprobó que por primera y quizás única vez, había sido escuchado por su amiga.
- Lo ves, es necesario que hablemos. No hay otra manera en la que otros puedan escucharnos. Lo que menos deberías hacer ahora, es victimizarte y ofenderte, pensando que te dije idiota. No te dije idiota, te dije que podrías escucharme y quizás no debería estar "filosofando" como decis vos, por momentos y aburrirte.
- No me aburris, me cansa porque siento que no te entiendo. No soy idiota, no te confundas.
- Ahi esta, eterna victima.

- Yo también sé, veo. Yo también puedo ser lo que sos, una eterna disconforme. Puedo gritar y molestar, puedo joder a medio mundo con mis razonamientos, puedo decirte que no existe nada, que existe todo, que la nada es el todo y el todo es la nada. Puedo decirte y enseñarte infinitas cosas, darme a conocer como una innovadora, o como una piedra en el camino. Pero la vida no puede transcurrir en una eterna discusión acerca de quien es mejor o si hay una derecha o una izquierda.
- Una derecha Y una izquierda...

- Da igual. Yo quiero ser feliz, obtener mas y mas, tener amigos normales y algunos anormales como vos. Quiero que me cuentes tus secretos y yo los míos, quiero que hablemos de cosas sin sentido, de música o de lo que vemos en mis revistas. Eso es una persona normal, una persona que quiere vivir, sea como sea, sea donde sea, y sea para lo que sea.
- No. Eso es una persona que quiere vivir con los ojos tapados. La búsqueda de la felicidad continua te ciega. No sos ni podes ser feliz a cada instante y por cada día de tu vida. No vas a encontrar a las personas indicadas donde vayas, ni vas a cruzarte con conejitos saltarines o con gente que te diga lo hermosa que sos. Vas a cruzarte con los malos, porque esta poblado de ellos. Los malos como yo, que te hablan, o los malos como los que te matan por $2. A esos, los podes esquivar siempre que quieras, pero te van a terminar matando si seguis chocandotelos, y vas a morirte sin saber porque moriste. Chocate conmigo o con algunos otros, y vas a morir sabiendo porque estuviste viva hasta el momento, hasta tu ultimo suspiro. No busques solo la felicidad, busca el motivo de porque debes o quieres ser feliz y no morir al principio de tu vida.

Soldados formándose a través de las ventanas, soldados avanzando, buscando a Karen para matarla. Soldados que buscan recuperar vida en la mente inconciente de otros. Soldados subiendo al colectivo, queriendo avanzar entre la gente. Perros gigantes que los siguen, que parecen querer tirar el transporte abajo con sus gruñidos, con sus ojos de aguila, finos, difuminados entre la espesura que el calor que entraba producia.
- Si tan solo fueras mas...
- Soy esto, soy ahora, o quizas no lo soy. Que importa, no me voy, no te mando a la mierda ahora. Te miro, te hablo. Vamos, tenemos que bajarnos. Vamos antes de que nos ataquen.

...


lunes, 23 de julio de 2012

Repudio.

Si, todo se aprende con la reflexion. Pero sin embargo, hay cosas que necesitan el apoyo empirico suficiente para ser adaptadas. Es decir, somos sensibles a la percepcion, a los presentimientos, pero al momento de optar por una iniciativa, al momento de tomar decisiones, y mas que nada, al momento de aceptar las realidades, necesitamos que las pruebas nos persigan como pulgas saltarinas, y que nos llamen la atencion como si fueran una dura comezon en la planta del pie.
La sociedad se toma el pelo a si misma. Crea figuras, que a simple vista son independientes... como si en realidad fuesen externas a la sociedad misma. Pero lo cierto es que la participacion del individuo en la mayor parte de los casos, es causante del fenomeno, no es todo naturaleza. Pongamos como ejemplo, a aquello que me llevo el dia de hoy a escribir esto: Las grandes empresas. Yo creo en la individualidad, y acepto en que las cosas no suelen ocasionarse solo por accion natural o a causa del entorno inmediato. Se con toda claridad, que cada uno debe hacerse cargo de sus propios errores, y de todo lo que ocasione su actitud, o la accion del grupo de personas que maneja. Pero inevitablemente, la sociedad cumple un papel muy importante en la creacion y en la evolucion constante de este tipo de errores. En cuanto a grandes empresas se refiere, si nosotros hacemos lo posible por que ella evolucione, por supuesto somos una parte importante de la responsabilidad que se le otorga a las acciones posteriores, es decir, responsables de lo que luego puedan hacer con el poder adquirido. No es que intentamos que estas empresas crezcan y se alimenten de nosotros, si no que no hacemos lo contrario por hundirlas, sabiendo que lo que nos proporcionan es un placer muy superfluo, un servicio altamente deficiente e incompleto, que les conviene mas a ellos que a nosotros. Sabiendo que su labor es robar, y mentir con propagandas atrayentes, les damos un espacio en nuestra economia, y mas importante aun, en ciertos casos le damos un lugar en el cuidado de nuestra salud. Pero ademas de ello, somos seres tan masoquistas en extremo, que al darnos cabal cuenta de nuestra perdida ya sea financiera o animica, no hacemos lo posible por apartarnos buscando otras opciones factibles, si no que la comodidad de que otro nos brinde el servicio, es lo que gana a la hora de ocuparse de nuestra vida.
Quien me llevo a escribir esto, es "Burguer King Corporation", luego de una muy común experiencia, pero tambien muy detonadora, el día sábado. Fue un punto culminante, porque fue uno de los tantos momentos en que despierta mi sentido altamente perceptivo y capturador de negligencia. Fuera de la situación, tan experimentada por millones de usuarios en todo el mundo, es dificil seguir reaccionando de la misma manera, luego de que ese pequeño toquecito al ego, golpea en nuestra puerta. La empresa en cuestion, como bien lo es su competidora tambien, es uno de los mayores modelos de los patrones de conducta a los que comunmente no solemos prestarles atención al momento de contratar o comprar un bien o un servicio. Creo que estos patrones podremos enumerarlos de la siguiente manera, es algo similar a lo que podria ser para cualquier persona comun una lista de "Las desventajas de comer en Burguer King". Solo que para mi, en realidad, es una lista del "Porque no volveré a comer nunca jamas en Burguer King":
1- La primer caracteristica determinante de las grandes empresas, y creo yo, la mas importante, pues es la que impulsa de por si, al consumidor a adquirir el producto, es la Propaganda. Ya sea televisiva, escrita, o ya sea uno de los poderosos e inmensos carteles que pueblan la ciudad, la propaganda cumple la funcion de atraer a la gente. Pero tambien cumple la funcion de ahuyentarla. Es decir, en primer lugar lo importante es que la gente se presente al lugar, no importa como sea, pero que esté en el lugar, siquiera para, al darse cuenta de que no encuentra asiento, tener la visión panorámica del local en si, y volver en un futuro no muy lejano. Es decir que mas bien, sirve como "un programa de beneficios" a los que accede el cliente. Es para brindar esa visión panorámica, es para atraer la atención, sin la necesidad de atraer a la persona inmediatamente, dejando a merced de la memoria visual el hecho de que volviese. ¿Y porque específicamente la memoria visual?. Pongamos como ejemplo, en primera instancia, una persona que al sentirse atraida por la propaganda, se presenta en el lugar. Suponiendo que esto sucede con muchas personas en una misma ciudad, esta persona encuentra el local repleto, por lo cual debe retirarse y volver en otro momento. Lo que queda en la persona, en la memoria visual, al irse, no es solo el beneficio financiero proporcionado por la propaganda, si no que tambien juega un papel importante, el hecho de que esa persona solo se haya quedado con dicha imagen, y que vuelva con la esperanza de cumplir sus expectativas ahorrativas y alimentarias. Esa persona no sabe como será el producto, si no hasta que lo prueba. Por lo tanto ese individuo, tampoco estará condicionado, hasta que al fin vuelva y pruebe el producto, por esas "Imagenes puramente ilustrativas" que no se relacionan en nada con la realidad.
¿Y como es que una propaganda sirve tambien para ahuyentar a la gente?. Bueno, aunque no se ve con claridad, me es muy evidente a mi, que en realidad el cartel inmenso que vemos, o las propagandas televisivas, envian el mensaje "Podes alimentarte rapido, e irte tal como viniste, pero contento", es decir que muestran a la gente la facilidad de ir y volverse con comodidad. Y ese es el punto importante, la comodidad. Como somos seres de necesidades con tan poca autosatisfacción, lo que buscamos es la comodidad. En una empresa ya sea de comida rapida, como el mencionado Burguer King, o de telefonia celular, el mensaje claro, y no precisamente en letra pequeña, es "Veni, invertí, andate". Los beneficios que tanto nos atraen, los descuentos, ofertas, facilidades... todos esos mensajes, nos invitan a invertir el dinero para obtener algo. Un descuento no nos dice que no pagaremos nada, si no que un porcentaje quedara fuera del precio por tiempo indeterminado, pero que para ello debes ir y gastar una determinada cantidad de dinero (descuento, por supuesto, que en la mayor parte de los casos es totalmente inexistente, puesto que los precios mostrados son los mismos de siempre, solo que uno no tiene los anteriores para compararlos). Pero nosotros sin embargo, corremos hacia lo que nos muestra la propaganda, como si fuésemos ganadores del premio mayor. Y no, señor consumidor y consumidora, no hemos ganado premio alguno. Esa propaganda que a todos tanto nos gusta, nos invita a gastar dinero... es decir que en lugar de obtener el beneficio de no gastar, obtenemos lo contrario.
Con esto, concluimos en que la propaganda nos invita a invertir, pero también nos invita a retirarnos rápido, con el "beneficio" ya en nuestras espaldas, pesando como pesan los resúmenes de las tarjetas de crédito, para poder atender al siguiente "cliente".
2- Siguiendo con las características que determinan el patrón de acción de las grandes empresas, nos encontramos con mi favorita, la afamada y ya mencionada anteriormente "Imagen Ilustrativa". Esta de por si, es un patrón indispensable dentro del rubro de la propaganda, para atraer a toda la mayor cantidad de gente. No es necesario decir mucho de ella, puesto que habla por si misma. El producto solo puede comprobarse, en el caso alimenticio, luego de adquirirlo. En otros casos, como por ejemplo en cuanto a indumentaria, la propaganda ilustrativa también juega un papel fundamental, puesto que aunque podemos ver el producto, y probar su calidad antes de adquirirlo, el solo hecho de encontrarnos en el lugar comprobando su calidad, es de por si un hecho casi determinante para que adquiramos algo, aun cuando no sea exclusivamente lo que fuimos a observar. Es decir, que el solo hecho de estar allí para comprobar un buzo que hemos visto en una publicidad, puede determinar que, si bien, aun cuando no nos guste el buzo, podamos encontrar otra cosa mas que observar, y que comprar. Para ello, están los productos reales, que no salen en las publicidades puesto que son los mas costosos, los de mejor calidad, y los que ahuyentan a las personas en lugar de atraerlas. Siendo así, son los mas bonitos, y los que terminaremos comprando en lugar de nuestro buzo, y gastando así, el doble o triple de lo que estábamos dispuestos a gastar. A esto me refiero exclusivamente al decir, que es muy necesario que la persona en cuestion entre al lugar. De la misma manera que con la indumentaria, se maneja el mercado de telefonía celular.
En el mercado alimenticio, lamentablemente, como he comprobado definitivamente este fin de semana, no existen los productos reales, y es aquí donde se diferencia de la indumentaria. Luego del proceso mental que ejerce sobre nosotros la propaganda, y sus respectivas imágenes "puramente" ilustrativas, debemos probar el producto, y esto lleva a lo que yo llamo "Imagen decepcionante" que termina por convertir nuestro inicial entusiasmo, en la búsqueda del real beneficio en el producto. Beneficio que por cierto, no encontramos. Y esto es importante porque de por si, la alimentación básica es indispensable, y si las imágenes son de por si tan extremadamente ilustrativas, nuestra alimentación y por ende nuestra salud, están en juego, dependiendo de la basura que nos puedan servir. Basura, como una hamburguesa que en la foto parece medir 10 cm de alto y termina por medir 5, que ademas tiene el pan demasiado tostado y la carne tan negra y finita que parece fiambre, donde el queso parece haber sido servido con una cucharita de te y la lechuga es tan abundante (y no tan fresca) que no deja espacio para las demás verduras que dijeron, debía tener, y que por supuesto, son las mas costosas y las que mas deben escatimarse.
Una vez mas concluimos, en que todo esto, las promesas publicitarias y los grandes beneficios, son la mas real y gigantesca cadena de mentiras. Pero que nosotros, como consumistas empedernidos, seguimos adquiriendo felices, y al que terminamos acostumbrándonos y llegando a creer que en verdad salimos satisfechos. Y de aquí me traslado al tercer carácter indispensable:
3- La razón por la cual salimos contentos (que no es lo mismo que "satisfechos"), una vez que nos hemos acostumbrado al lugar donde consumimos, es porque pensamos que nuestro dinero lo vale. Es decir, si salimos con la real impresión que nos causo ese semi pedazo de carne, moriríamos de tristeza, tan solo al pensar en la famosa relación "precio-beneficio". Los precios son altos, no solo porque la carne es costosa, o porque le paguen mucho a los empleados (la madre de las mentiras, los empleados cobran monedas), si no por si acaso, si alguna persona como yo por ejemplo, se da cuenta de que le están sirviendo basura y decida no ir mas, y por supuesto, escribir una nota como esta. No tendría que ni hablar de esta relación Precio-Beneficio, pero a veces tengo la leve sensación de que realmente la gente no se da cuenta de que está poniendo un 5% de su sueldo en este lugar, llevando a "comer" a toda su familia, para pasar un momento agradable. Podría demostrar gráficamente mi punto, pero no creo que fuese necesario. Las personas son conscientes de este asunto, de que invierten dinero en algo que no los alimenta y que podrían cocinar en sus casas por un precio mucho menor. Por esto mismo, aun cuando me sorprende que sigan yendo, tengo la teoría de que todo es comodidad, todo es "lo hace otro y no yo", con las muy baratas excusas de "no tengo tiempo para cocinarme", "es mas fácil así", "pasé y entré", etc. Pero señores, su economía se destruye de la misma manera, en la misma medida, y en el mismo momento, en que no se construye su habilidad culinaria. De esto simplemente concluyo en dos cosas: En que la gente es puramente masoquista y le gusta comer basura para no tener que cocinar, y en que si no existieran los lugares de "comida rápida" (siendo la palabra "rápida" muy relativa), mucha gente se moriría de hambre o de vagancia, lo que suceda primero.
4- Si queremos pasar un momento agradable en familia, con amigos, o en pareja, definitivamente lugares como el Burguer King no son lo apropiado. De hecho, pienso que uno debe alejarse de ellos si es que quiere pasarlo bien.
La cuarta característica esencial dentro de este patrón de acción, es por supuesto el ambiente, arreglado y estipulado, al parecer, para que uno se alimente y se vaya inmediatamente. Vale decir, que si a los empleados les pagan monedas, no trabajaran para nada bien, y esto sin considerar el hecho de que por si, son adolescentes que aun no tienen ni la mas mínima idea de que hacer con su vida, ni lo que es un trabajo en serio. Y esta es justamente la razón por la cual contratan gente tan joven, porque no saben bien cuanto es que les corresponde cobrar como mínimo, y porque son fáciles (y poco costosos) de despedir, argumentando su escasisima experiencia como empleados. Ademas del hecho, de que a sus respectivos padres, no les interese cuanto le paguen a su hijo, siempre y cuando trabaje en algo.
Pero, fuera de la mala actitud de los empleados (algo sin duda muy notorio e irritable), el ambiente del lugar, suele causar repudio, rechazo. Porque es sucio, mal ordenado, mal dispuesto el espacio, de forma en que por cada paso que das, te tropezas con algo o alguien; con muy poca ventilación (algo que también obliga a uno a comer e irse), etc. Es un lugar condicionado de tal manera, en que no es posible entablar una conversación demasiado larga con otros, ni comer demasiado. Esta característica, es vista solo en este tipo de lugares, ya que en locales de indumentaria, o en librerías, esta todo ambientado practicamente para que uno se quede a vivir allí, a gastar la máxima cantidad de dinero posible. En estos locales de comida rápida, no es posible quedarse, se gasta la mayor parte del tiempo en la fila para adquirir el alimento, y la otra parte haciendo fila para el baño. En cuanto a conversación o disfrute se refiere, no existe tal cosa. Si uno quedase en esos lugares hablando, no habría lugares disponibles para las personas que van llegando con la intención de comer algo, y eso correspondería con una disminución de las ventas. Aquí no importa que gastes la mayor cantidad de dinero posible, puesto que los precios ya son demasiado altos como para cubrir el dinero diario preestablecido por persona. La idea, es que uno llegue, se canse mentalmente entre filas, cálculos de gastos, hielo excesivo en las gaseosas, café mal hecho, chicos gritando porque quieren muñecos o hamburguesas gigantes, irritación con la gente que empuja, etc... y luego se retire para dar paso a la siguiente cadena de personas que quieran comer.
De este punto se concluye, que tanto los empleados como los mismos clientes están totalmente condicionados por el mal ambiente y la mala disposición del lugar, llegando a crear tensión constante entre todos, donde el mal humor y el hacer todo rápido, es lo que predomina, y creando así la sensación de estar atrapado para tener que salir lo antes posible.

Pero si, la sociedad actual, los individuos en particular, tienen dos cadenas de acontecimientos que determinan su vida: La primera es el famoso NACER-VIVIR-MORIR. La segunda es por supuesto, durante esa segunda etapa de vivir, TRABAJAR-COMPRAR-CONSUMIR. Y es esta segunda cadena la que mas pesa, la que arrastramos constantemente, e incluso dejando huellas luego de pasar a la etapa de la muerte. Corremos, corremos constantemente de un lugar a otro, en busca de los mejores beneficios, sin darnos cuenta de que en realidad el beneficio esta en quedarse uno en su hogar, almorzar su propia creacion, disfrutar mientras se cocina o mientras se come, hablando o escuchando música, con su estufa y su baño limpio y solo para si mismo.
Lugares como el Burguer King, el McDonalds, y otros que poco a poco van creciendo por nuestra acción, son malos para la salud, porque nos alimentan mal, malos para el espíritu porque nos hacen vivir en un constante caos, para la economía porque nos dan poco por mucho, para la comunicación porque no nos permiten entablar conversaciones, para el crecimiento de los mas chicos porque les inculcan la "necesidad" (o como ya dije una vez, la "necesidad creada") de la comodidad de que otro nos cocine y de paso nos envenene, y nuevamente malo para los mas jovenes, puesto que los hace crecer con la idea de esa segunda cadena de TRABAJAR-COMPRAR-CONSUMIR, y retomarla una y otra vez. Y eso que ni siquiera mencione el "envoltorio de la comida" que en muchos casos es engañoso, puesto que muchas de esas cosas no tienen el nombre, y pueden estar entregándonos algo de otro valor o sin algunos de los ingredientes prometidos, pero que nosotros devoramos como si fuera un manjar digno de los cuentos de Las mil y una noches. Son malos en todo aspecto y lo sabemos, pero no reaccionamos hasta que nos golpea a esa puertecita del ego, esa que nos dice que alguien, como por ejemplo un adolescente de 17 años tiene que servirnos una hamburguesa porque para eso le pagan. Y no, no le pagan lo suficiente, y no va a ser jamas nuestro sirviente porque es parte de la sociedad en la que estamos, pero fue atrapado para participar activamente de ella. Y nosotros estamos participando de este mercado y del enriquecimiento de otros, yendo a estos lugares con  todo el mal que nos causan.
Y si, ya imagino las respuestas, por eso les digo: La comida les puede gustar mucho, pero esta hecha por personas que seguramente en muchos casos ni limpias tienen las manos (y que ademas están con su celular todo el tiempo, llevando germenes de un lado a otro). Es comida congelada que seguramente hace tiempo esta allí esperando a que se acabe el stock con algún idiota que se presente a consumir. Están dándole de comer a personas a las que no les interesa en lo mas mínimo en que estado este esa comida o lo que ustedes hagan con sus vidas. El lugar no es para nada bonito, así que no me pueden decir que siquiera es cómodo. Es comida al paso, pero lo de "comida" es muy relativo, por ello es preferible que si uno no tiene tiempo, que se cocine algo a si mismo en su casa antes de salir. Cocinándose a si mismos, ahorran dinero, tiempo, esfuerzo, largas filas, y ademas desarrollan su propia habilidad.
Y si, pueden hacer lo que quieran con su vida sabiendo todo esto, pero al menos acepten ser concientes de que se están envenenando y de que están participando del enriquecimiento continuo de sus envenenadores. Porque, la ignorancia o la indiferencia no van a ser tan importantes cuando esten al final de sus vidas.

domingo, 1 de julio de 2012

Indolencia y Fastidio.

"¡Señores! no se dejen ahuyentar. La tentación está rondando entre nosotros como un puma salvaje al acecho, busca carne pura y fresca. Cae bajo el mandato de esta niebla en nuestros corazones. Y ustedes se preguntaran muy audazmente, ¿Como es que podemos liberarnos de esta tentación? ¿Podemos acaso enfrentarla como simples seres humanos?. Sólo nuestra fé nos da la fuerza necesaria en un escenario como este, que se nos presenta diariamente ante nuestros ojos asustados e inquietos. Es la obra de teatro del mal que intenta llamar nuestra atención. Es porque el mal existe, que derivan de él, el hambre, la extrema pobreza con la que nos cruzamos cada día.
Pero el señor nos guía, creanme, soy un expectador directo de tan asombrosa hazaña. Miren a nuestros funcionarios del gobierno. Uno los ve, duda de ellos. Pero sin embargo ellos quieren nuestro bien, quieren darnos todo lo que puedan otorgar como simples seres vivos, y es de la mano de Dios que tienen la oportunidad. El los acompaña y les da todo su amor, para que consigan sus objetivos. Su infinita bondad es aquella que trae las riquezas en las que bañan sus sucios y corruptos cuerpos, en la que comen, mientras en las puertas de sus gigantescas casas hay gente durmiendo en la intemperie, con frio, con hambre y desesperanza. Mientras en las puertas de sus lugares de trabajo, estamos nosotros. Simples ratas miserables que no obedecen al señor, y que estan condenadas a vagar en puertas ajenas protestando, porque somos inconformes con lo que nuestro Dios nos da. Malditas almas inconformes. Poco humildes pestilencias"
La silla rechinaba y avanzaba muy lentamente, al ritmo de las miradas confundidas que, con una preocupación desmedidamente exagerada, apuntaban a la ventana del vagón. Algunos de reojo seguian la escena y al pequeño individuo, como quien lee y escucha una conversación disimuladamente. Pero sin duda la mas graciosa era la señora a mi lado, que cerraba los ojos cada vez que el tren se acercaba a una estación, para sentirse dormida por si acaso. Sólo por si las dudas. Mi fascinación en ese momento no poseía límites. Escuchaba dicho discurso cual fiel religioso, haciendo un intento por sostener la bolsa que amenazaba con escaparse de mis manos. No esperaba ni por casualidad, la vuelta que de repente dio el asunto que me embelesaba.

"Claro, - continuó- el señor. Un camino de piedras definitivamente. Un sendero hecho por todos, y para todos, pero plagado de esa bondad de la cual alardeamos día a día. El señor nos pone pruebas, nos ama como somos pero quiere que lo amemos como no es. El señor nos protege del mismo mundo que él creo en 7 días, es decir que el hizo ese mundo de sufrimiento y dolor, quizás para tener un motivo para tenernos arrodillados. La fé, la fé en su presencia y en su amor es aquella que nos aleja de este sucio mundo que nos regaló. El es todo y sin embargo no es pecado. El mundo está sucio porque el hombre tiene voluntad, y está corrupto. El es todo pero no es creador de esa corrupción. El señor nos protege de si mismo, nos ama pero quiere que seamos buenos (y por ende ama también a lo malvado, y ama a lo que no somos), ignorantes de las consecuencias del pecado de pensar y de la voluntad, impíos en cuerpo y alma del gran demonio de la inteligencia. Idiotas. Idiotas aqui y alla - miradas, miradas de fuego - . Idiotas porque creen en el paraíso y desperdician la vida intentando llegar a el. Idiotas porque pueden creer en sustancias invisibles y no en su propia capacidad. Su pequeño masa cerebral solo les permite creer en lo imaginado, y no en lo real. ¡Ahi señora! a su lado, un pibe que le da una tarjeta. Si si, a usted le hablo, vieja gorda y verde. La juzgo como usted hace con él. La tarjeta, mirela. No vale ni 1 peso, pero usted no tiene un peso, y por eso viaja con un bolso que le habrá costado mas de 200 de esas moneditas que puede darle a él. Deja que la tarjeta caiga en su bolso, o en su pierna, como si fuese una hoja de árbol caida por un error matemático o naturalmente por el viento. ¡Que desgracia que no se desintegre demostrando la pestilencia que usted escupe por los ojos!"

La silla se había acercado de tal modo a la señora sentada a mi lado, y la mano del viejo se estiraba tan defectuosamente, apuntando de manera acusadora a la nariz de ella, que ella no tardó en levantarse haciendo de cuenta que debía bajarse en la próxima estación.


"¡Dios, su Dios permite que yo esté sentado en esta silla de mierda, apenas pudiendo hablar! Asi es. Me cansé de subirme a este tren de lacras, que no te dan una moneda ni siquiera a cambio de un poema, de arte. Pero claro, que van a saber de arte. La mayoría está haciendo de cuenta que duerme para no tener que aceptar la mierda que le recubre el cerebro. Si, cierren los ojos, hagan de cuenta que no estoy acá. Pero estoy, ratas miserables... estoy siempre y de esto no se van a olvidar. La vida es dura y yo la enfrento todos los días al tener que cruzarme con ustedes, que me empujan e ignoran. ¡Véanme!, ¡tengo un ojo que no ve nada, y no puedo mover mas que este brazo!. Lo mas ofensivo, y lo peor es el desinterés y la ignorancia que ustedes me demuestran. No, no quiero sus sucias moneditas nada mas... quiero algo de atención. Pueden pasar 2 minutos mandando un mensaje de texto para votar a algún idiota que sale por televisión, y no pueden dedicarme 1 solo minuto a mi. Veremos si opinan lo mismo después de este día. Yo si que enfrento a esta obra de teatro que siempre me hace ser el malo de la historia. Y ahora, me voy a meter bien adentro de donde ya saben, su fé, su mirada de perrito desnutrido, su mendiga indiferencia, su amor por Dios y por el dinero del señor. Veremos si tienen la necesidad de seguir enfocando su atención en pelotudeces para olvidarse de todo lo demás. ¡Veremos, mierdas, si alguno tiene una misera moneda para este pibe que se fué, o para algún otro que vaya a pasar después!. ¡La obra, la buena acción de este día, no va a ser en la iglesia... la misa es acá, y ahora!."

Nada mas se oyó. Su garganta fué un torrente de sangre que inundaba y generaba silencio en torno mio. Señoras, sucias ratas de laboratorio gritando, como si le hubiesen quitado el último respiro de vida que tenían. Yo no las oía. Supe que no se iban a olvidar... como la muerte no olvida pasar todos los días a golpear la puerta.

martes, 29 de mayo de 2012

Multiplicidad.

Matar dos pájaros de un tiro. Viajar tranquila y sola, y terminar de escribir en su pequeño y hasta ahora vacío diario, en dos horas de viaje. Ni un momento tranquilo en todo el día, correr de un lado hacia el otro fue y sigue siendo el ejercicio diario. Sobrevivir al sol y a los golpes, es casi como una competencia, un juego. Asi que cualquiera que fuese el objetivo en ese viaje, era todo un desafio en una ciudad en donde un reciente "3 millones de personas" era arcaico. Mas aun sabiendo que a pesar de haber terminado la jornada laboral, uno sigue compitiendo, esta vez por llegar tranquilo o minimamente con todo lo que se salió, a casa. Y dos horas, dos horas debian ser, debian amoldarse a la idea de una "gran cantidad de tiempo", en el que hacer una sola cosa era un desperdicio. En dos horas se podia leer, escribir, tener tiempo de llamar a alguien por telefono, averiguar precios de productos que se adquiririan al principio del mes... pensar en un grupo de gente... dos horas eran mas que suficientes, o debian serlo.
Parada liderando la fila, sabia que a pesar de todo alguien iba a intentar aprovecharse. Porque ser quien este adelante no implicaba ser la primera en subir al colectivo, no necesariamente. Samantha se planteaba esto, mientras veia pasar una y otra persona, pensando y replanteandose como era posible que tantas personas, todas fueran distintas entre si. "Tres millones de ejemplares" en un cuadradito de territorio... por delante suyo pasaban unos doscientos por hora quizas, y cada dia parecian mas.
- Se multiplican como cucarachas - Se escuchó en la fila.
Todos miraron hacia adelante, riéndose algunos, ofendidos otros. Samantha no había querido decir ello en voz alta, pero al notarlo, miró hacia atrás algo desconcertada. Una señora, parada justo detrás suyo, la miró con desprecio, y volvió la cara con un ademán mas que gracioso, que reflejaba un excesivo mal humor.
Comenzó a plantearse si acaso llovería antes de que el colectivo se acercara, las nubes cubrían ya un gran sector, y cada vez parecía oscurecerse mas el cielo. En 5 minutos llegó la noche, pero el transporte no. Ella sabia que podía esperarlo una eternidad, pero sus músculos comenzaron a quejarse y ella empezó a sentir pequeños golpecitos de impaciencia, de esos que le hacia tener ganas de gritar. Esa vocecita que nacía de adentro y que cada segundo elevaba su volúmen, cantando, hablando consigo misma, o insultando a alguien. Siempre había supuesto que eso sería quizás un síntoma de una futura insania. Pero no se preocupaba dada la situación actual de su mente, desvariando entre complejas ideas, que se entrelazaban en alguna extraña teoría sociológica, que casi siempre iba al mismo punto, al ser humano y su maldita multiplicidad.
En este punto su vocecita estaba gritándole que se vaya, que se aleje de la fila y los mire de manera despreciativa a todos los que actualmente estaban parados detrás de ella, quejándose como si ello hiciera que el colectivo llegara más rápido. Y ya comenzaban esas conversaciones estúpidas a las cuales ella hubiera respondido con un veloz movimiento del paraguas al que se aferraba, sobre la cabeza de alguno.
- Todos los días es lo mismo, señora. Así estamos, los trenes no funcionan y se chocan entre ellos, los colectivos llegan a la hora que quieren, seguramente porque no quieren trabajar. Por eso el país está como está, por esos irresponsables que nunca quieren trabajar, que ni comienzan el día bien, ni lo terminan bien. Y nosotros que nos rompemos el alma para llevar algo a nuestras casas, nos morimos de hambre porque no podemos llegar a tiempo a ningún lugar. No sabe lo que es mi barrio, nadie se preocupa por los pobres. Los dejan tirados ahi, como si fueran escoria - relataba con énfasis un señor parado a unos metros de Samantha.
Acto seguido, el señor saca del bolsillo el celular que sonaba escandalosamente, comienza a hablar mal de los vendedores de la calle que pasan gritando, intentando concretar una venta al final del día, y coincide con su interlocutor en la idea de "echarlos a todos del país".
"Hipócritas" - pensó. "No podemos dejar de serlo. Decimos que creemos algo sólo para que alguien al final de nuestra vida, nos recuerde como un gran pensador (o quizás solo para que se nos recuerde), como alguien que quería cambiar el mundo, cuando en realidad solo queríamos presumir de ese tan afamado "animal racional". Que va, no hay nada mas irracional que el ser humano."
Pensando quedó, mirando el agua que resbalaban por las alcantarillas de la calle. Entonces fue que pasó. Como si no fuese nada estar esperando el transporte desde hacia largo rato, y casi como si las cosas comenzaran a caer y acomodarse como solían ser, una señora con todo el aire de superioridad que pudiese albergar, fue a pararse justo a su lado, cargando a un chico de unos 7 años, que se quejaba ruidosamente por que la madre no quería comprarle algo. No se acercó a hacer la fila, si no que directamente fué a "acecharla". Sin siquiera mirarla pidiendo permiso o disculpas, se situó exigiendo con la mirada su derecho a subir primero.
Samantha pasó de estar suspendida pensando, a intentar planear alguna maldad que pudiese ejecutar en el momento. Y así fue hasta que se dio cuenta de lo que sucedía en realidad. El colectivo se acercaba desde la siguiente esquina, y aparentemente la conducta de aquella señora respondía a ello, puesto que se había movido osadamente desde la fila del otro colectivo, hasta la de ese, planteándose su derecho a manifestar su imposibilidad de esperar mas y subir última, estando con su hijo en brazos, y por supuesto, apelando a la obligación adquirida por el resto de la fila, al ocupar ella un lugar entre todos. En dicho momento de lucidez acerca de la situación en la que se encontraba, una sonrisa maliciosa y mordaz se dibujo en el rostro de Samantha. Pensó que quizás muchos habrían visto esa actitud como la de una pobre madre preocupada y que amaba a su hijo. Ella la veía como una maldita aprovechada de su lamentable situación de madre, que sólo intentaba reducir el cansancio mental que aquel papel le provocaba, con el descanso físico que le otorgaba el sentarse en un colectivo, quizás por unos miseros 15 minutos. "Conformarse, con tan solo 15 minutos. Como si esto lo fuera todo" pensó.
El colectivo se detuvo lentamente, tomando su tiempo para acomodarse al filo de la vereda. La señora disimuladamente se acercó, con una expresión de exagerada pesadez y dolor muscular, nunca antes mejor actuada, y fué a parar junto a Samantha, al pie del colectivo.
"Bah, jamás te voy a volver a ver" se dijo Samantha, y en un rápido, ágil, y maligno movimiento, subió al colectivo antes de que la otra pudiese darse cuenta. Sentarse fue un placer, y saberse mirando a la señora subir en cuarto lugar, ya con su hijo en el suelo y su inservible "instinto maternal" arrastrado y abandonado, fue una bendición. Estirando las piernas todo lo que podía, se tranquilizó felizmente suponiendo la ridícula batalla ganada. La sensación de haber derrotado, mas que a una misera humana, al instinto conservador y caritativo que baña a la moral de todo el planeta, la hacia sentirse libre.
Y es entonces que dejó de contar el tiempo, de calcular tareas por minuto, llamadas por hora, dinero por semana. Se recostó cómodamente en un asiento, dispuesta a mirar a la calle todo el recorrido, sin siquiera pensar en lo que llevaba encima, sólo escuchando a la noche acechar entre las rutas que el colectivo iba a comenzar a recorrer, ni bien dejase de cargar ganado. Y así, al pie de las poderosas nubes, bajo la frescura de las pequeñas gotas de lluvia que se habían hecho esperar largo rato, y que habían llegado al son de la victoria, se oyeron detrás de ella, llantos, quejas y gritos, de una caprichosa criatura "racional" de 7 años, pidiendo y exigiendo, ese tan hermoso instinto maternal perdido. Golpeando el asiento de adelante, como si la vida se fuese en obtener ello.  

jueves, 17 de mayo de 2012

El arte del Mártir.

Para iniciar un texto que nos pueda conceder luz sobre los términos aquí planteados, muy tratados espiritualmente, pero quizás no tan conocidos verdaderamente, comenzaré con una afirmación y en base a ella se nos presentará la falta de una definición.
La autocompasión no es, a mi juicio, un acto propiamente dicho, no puede considerarse como tal, a  la luz de las necesidades, puesto que eso es lo que es, y también de lo cual se origina. He aquí mi afirmación, y la posibilidad de plantear la primer definición: La necesidad.
Existen las necesidades y las cosas que se crean como necesidades. La necesidad es un planteo de pautas y/o reglas aplicadas a uno mismo desde un ámbito determinado. Todo ser humano posee la necesidad de dormir, porque ello satisface al cuerpo y despeja la mente, nos permite cierto tipo de salud. Asimismo, se debe dormir de determinadas maneras, y el conjunto de esta necesidad junto con muchas otras que componen la vida que poseemos, permiten que esa vida sea de tal forma. Desde ese momento, las necesidades forman un conjunto de pautas para mantener cierta estabilidad y permitir la vida tal como es. La esencia de la necesidad no reside necesariamente en un aspecto biológico de los seres vivos, si no mas bien en aspectos sociológicos. Sea comer, dormir o asistir a un concierto, sólo es necesidad si es parte de ese conjunto formulado para la regularidad del cuerpo y la mente, y no solo su satisfacción permite la estabilidad y regularidad, si no también el mantenimiento de esta. Reside en un aspecto sociológico, puesto que en distintos tipos de sociedades, si bien las necesidades básicas que permiten la supervivencia se mantienen, hay necesidades que pasan a ser simples actos y se generan otras que permiten al individuo que se presente como parte de una sociedad. Por ello, en este punto podemos plantear que las necesidades pueden ser totalmente naturales, o mas bien la inclinación hacia ellas, o pueden ser condiciones establecidas por la sociedad. Ejemplos de la primera son el alimentarse o el dormir, ya que son necesidades que si bien tienen sus reglas, no pueden ser anuladas. En cambio las segundas, se crean mas que nada por acostumbramiento. 
Por otra parte, lo que hemos llamado en un principio como "las cosas que se crean como necesidad", tienen su esencia en un aspecto psicológico. Son cierto tipo de ambición, creada para tenerse a si mismo fe para obtener lo que se desea. Una necesidad es primordial por representar y permitir algo con sus leyes, es realmente algo indispensable y sin lo cual las cosas podrían ser de otra manera. Justamente por ese carácter de indispensable es que uno cuando desea alguna cosa que considere de importancia, le otorga la indispensabilidad con el objetivo de establecerlo dentro de su marco sociológico, como una necesidad y de esa forma pasar a ser algo que "tiene" que ser. Pero esa importancia extrema que se siente por aquello, es en cierto grado una ilusión, ya que si bien es importante temporalmente, no llega a ser indispensable, y por ello no es una necesidad, si no que es nuestro capricho y orgullo el que quiere plantearlo como tal. 
Hechas estas aclaraciones, podemos darle un sentido a la autocompasión. Habíamos dicho que era y se originaba de una necesidad. La defino de tal manera puesto que creo que la autocompasion es la necesidad de aplicar la compasión misma, y la caridad sobre uno mismo. Así, un termino aun mas interesante es la compasión misma, que lo describo como la necesidad de aplicar la idea, tan moralmente bien vista, de la caridad y ayuda espiritual, sobre otro. El mejor ejemplo de ello son los cristianos. El cristiano no "es" tal, si no cree estar colaborando de cierta manera en la felicidad de alguien, pues eso es lo que hizo su dios, y lo que ordena hacer, es un sello distintivo. El cristiano debe ayudar, no tanto porque así lo quisiese como por lo que lo necesita. Esa necesidad es la compasión, y para ello obviamente, hace falta un ser sufriente, ya sea un pobre, un rechazado, un abandonado o un enfermo. Si esa persona no sufriese, no se cumplirían las expectativas suficientes para que el cristiano aplique la caridad para con el desvalido. La compasión, que tan bien hace al mundo cristiano, no solo es la necesidad de aplicar la caridad en alguien (y satisfacer el ego), si no también el hecho de que alguien la necesite, y que por ende sea desgraciado.
Pero retomando el asunto de la autocompasión, podemos decir que es una maquinación de nuestra necesidad. Nos aplicamos a nosotros mismos la caridad, no porque no tengamos con quien aplicarla, si no porque vemos que nuestra vida no está lo suficientemente limpia, y necesitamos compasión ajena que satisfaga nuestro ego y el ego de quien nos la entrega. Es una entrega constante y totalmente necesaria. El no aplicar la compasión, implica ser juzgado como alguien moralmente incorrecto y despreocupado. Esto es así, nuevamente, por la existencia de ciertos dogmas que obligan a realizar ese tipo de actos. Para estos dogmas, la gente desgraciada es así porque así lo decidió alguien mas grande. Lo curioso es que con esto solo reafirman lo que ahora intento decir. Si realmente existiese alguien superior, y decidiera que hubiese gente desgraciada, seria necesariamente para poder darle algo de valor a la caridad, a la compasión.
Entonces, si la compasión apunta a la desgracia ajena, ¿a donde puede apunta la autocompasión?. Autocompasión, como hemos dicho no es una acción, y no lo es porque las acciones son las que se derivan de ella. Es una necesidad, surge de la necesidad compasiva y de una sociedad en la cual se es primordial tener un objetivo en el cual aplicar sobre algo estos términos. La sociedad y su forma, pretenden obligar a la moral de la gente a ser de determinadas maneras. Pero el hecho de que luego nos autocompadezcamos, no es ocasionado por la acción misma social, si no porque la necesidad del pueblo, se vuelve necesidad propia luego de experimentarla por un tiempo determinado. El acostumbramiento es lo que hace que medio planeta sea cristiano y caritativo, no la fe en si misma. Así, el eximirse del pecado es una necesidad que a simple vista, no es relevante, pero que nuestra autocompasión origina, y que crea como una necesidad mas, o mas bien algo que debería ser una necesidad y que por ende así va a comenzar a ser. Y entonces, ¿porque el ser humano necesita liberarse de un peso tan metafísico, en un cuerpo y una conciencia tan físicas?. Porque la necesidad de estar en comunión con uno mismo es mas que nada, compasión hacia uno mismo, hacia sus problemas, hacia sus rutinarias vidas, que necesitan ser limpias y puras una vez mas, para poder corromperse a si mismas y así eternamente, creer que se es libre de una prisión mas que inconsciente.
La culpa, es solo otro tipo de autocompasión. El pedir disculpas implica en primer lugar, saberse culpable por una acción realizada, en segundo lugar implica el sentirse desgraciado y con ello justificar la acción. Porque para que nos perdonen, necesitamos justificar la acción, y la critica hacia nosotros mismos es muchas veces esa justificación. Decir que hicimos algo malo porque somos idiotas, es solo justificarlo.
Entonces, la autocompasión, no es menos ni mas grave que la compasión misma, solo es una forma de manifestarla, la necesidad de saciar y satisfacer la compasión y de transformarse así en un ciudadano modelo, un soldadito de alguna secta, un líder o un mártir.

domingo, 18 de marzo de 2012

Vendaval...

Movimiento. La tierra tiembla a los pies de los guerreros que a lo lejos se divisan. El amplio desierto los atrapa, los ahoga, y tan valientes son en sus fieles corceles... y tan hermosos son a la sombra, cabalgando rápida y vigorosamente hacia algun lado. Un lado... sea norte u oeste, sin mapas ni brujulas, sin caminos ni recorridos, sin indicios. El viento golpea fuerte y cruelmente, y al paso encuentran obstáculos infinitos, que retornan una y otra vez en diversas formas. No hay clima que resistir, no hay sentimientos que soportar.
Llegan rápidamente al destino, en un camino interminable y complicado. Ante si se alza la morada mas maravillosa y repleta de adornos que la coronan, de épocas antiguas y ya lejanas y olvidadas. El instante vuela, pocos minutos son horas. Y por supuesto, las torres son el objetivo. Y claro esta, algo feroz y casi invencible las custodia. Pero si hay algo inmenso y feroz custodiando, debe haber algo o alguien que actúe de prisionero.
Ella, ella es la gran y perfecta prisionera. Su cabello largo y ondulado, y sus ojos tan irreales de grandes y llenos de vida que están. Triste y desolada sabe, por alguna de esas perfectas casualidades, que alguien afuera ha llegado a rescatarla. No sabe quien es ni como recibirlo, pero abre su corazón al instante, casi como una necesidad. Y su tez brilla, mientras su mirada gira en la habitación.
El, con su sorprendente y brillante sonrisa llega. Sus altos aires de perfección y sus imponentes ideas, ambicionan tenerla, pretende acecharla. No es precisamente feliz y dulzón, pero aparenta todos los dotes de un bondadoso príncipe. Pero ella, lo elige. Porque es frágil, y aunque perfectamente consciente, se rige por esa mirada escudriñadora, y por esa presencia salvadora y pasional. La fiera es destituida, pues este nuevo engendro, aunque igual, se ve mas prometedor.
-Espera, Nai. ¿Estos cuentitos de chicas no deberían terminar en un "felices por siempre"?. Mi mamá siempre dice que, que bueno que soy hombre, porque las mujeres siempre son demasiado tontas para jugar.
-No me dejaste terminar, Santi. Todo porque vos queres jugar al mercadito con los billetes que hice el otro dia. Por eso viniste, ¿no?.
-Puede ser, pero podríamos jugar a las dos cosas, y podemos hacer que ahora, como nuevos reyes del reino "comosellame", tengan un mercadito para que la gente compre pan. Mi mamá siempre dice que el pan es para los pobres.
-No son pobres, yo quiero darles tortas. Aunque si queres podemos decirles que es pan de otro reino. Asi no se quejan. Ademas con el pan se puede hacer mucho, por eso queda para los reyes.
-Bueno, pero ¿Como se llama mi personaje? ¿Como es?
-Tu personaje se va a llamar "observador", y generalmente tiende a callarse la boca.
-Si queres jugar sola decimelo, y me voy. Mi mam...
-Creo que tu mamá tiene que hablar menos y vivir mas.
-Basta, mejor decime que tengo que hacer.
Los grandes reinos suelen ser los mas felices, pero también los mas violentos. El poder, un gran objetivo y un duro camino. Pero para los grandes caballeros, ningún camino es suficientemente espinoso. Esa mirada tan profunda ha sabido alimentarse de aquello que lo eleva. Tan solo fue necesario perder, para ganar lo sublime.
Ella, tan armoniosamente alegre, y tan contaminada por sus propias decisiones, no ha sido mas que una valla, mas que una palabra suelta en el viento. Fácilmente olvidada, no ha podido mantenerse en pie ante tan glorioso señor. Y eso es lo que al fin, hacen tantos otros mártires, servir de pañuelo y entregar sinónimos, para mantenerlos arrodillados y con las ideas sostenidas en grandes e irreales promesas. Y asi, el maravilloso panorama del rescatador y su cautiva, se ha desarmado cual muro de ramas en pleno vendaval. La cautiva no tenia mas que entregar, que su propio encierro y dejadez. El rescatador no tenia para dar, lo que ella creía necesitar. Y al final, renegando de sus propios principios, su osadía y sus resoluciones, ha terminado cayendo en ellas. Pero no es posible para ella morir en la misma estructura en la cual se constituyó. Como toda doncella, ella cree en un final y en un feliz cambio. Pero la empresa no acaba hasta que la ultima gota de sangre y honor, cae en manos ajenas. Y el, sigue regodeándose en la pena y la figura repetida del inocente bienhechor...
-No llores Santi, es una historia muy bonita.
-¿Que es lo que te parecio bonito?
-¿No dijiste que nuestras historias deben terminar en un felices por siempre?. ¿Quien dijo que yo no lo estoy?...
Y ella sigue creciendo en las promesas y sigue desilusionandose de ellas... 

jueves, 2 de febrero de 2012

Apología de la Vejez...

Todo se resume a un carrito de supermercado. El asombro ante los colores, las tardes en bicicleta. Correr buscando rivales escondidos detras de cortinas y debajo de las camas. Epoca de vacaciones eterna, dias jugando y saltando como si todo estuviera vivo alrededor.
Y luego, la costosa y tardia espera de calificaciones, de los ascensos laborales y de los desastrosos y satisfactorios festejos al recibirse. La imposicion del matrimonio, los cumpleaños de los hijos, la semi obligacion de hacer avanzar geneticamente al mundo. Los dolores, las excesiva e ironicamente costosas caminatas de una cuadra a otra, el anhelo de seguir viviendo al siguiente dia, porque claro, aun no esta todo hecho, aun no. La vida no importaba antes, el Señor no importaba antes... todo importa cuando parece no haber mas tiempo. Vivir mas, siquiera para ir a comprar una ultima caja de vino, siquiera para tener una ultima reunion familiar.
Pero no, la tragedia no termina alli. No hemos mencionado la impotencia al no poder culminar proyectos, el estres y el soñar con el camino incansablemente recorrido diariamente, el sendero del "traeme un café", "quiero un exhaustivo analisis de las finanzas de este año" o el simple "vos sos el trabajador/esclavo, yo el jefe/amo".
La rivalidad y la inevitable tendencia a aceptar la derrota, y a reprimir los impulsos violentos con aquel que suda sangre desde hace 15 años, aportando ansiadamente una mayor credibilidad y estupidez, asegurandose el siguiente puesto despues de una "moderada" cantidad de tiempo recorrido lavando los pies de los gerentes y compartiendo los gustos por las secretarias. El que duerme pensando constantemente que "mañana puede ser el dia", el que come numeros y cuentas bancarias, el que cocina estrategias para llegar a pagar el LCD en dramaticas cuotas que embargan el 60% del sueldo. El que vigila los pasos del jefe aguardando "la llamada" para hablar con el, y rezando porque no sea una solicitud de renuncia inmediata.
La ridiculez con la que pasa el tiempo, los dias gloriosamente libres, de descanso que termina por ser cansancio. La pesadez de la buena comida y de los placeres corporales cuando se da cuenta de que pasados los 60, se es preso de una recompensa en monedas para viejos, viejos que antes corrian, volaban y aportaban a los gobernantes lo necesario, y que ahora ya no tienen esperanza de volver a mover muchas de sus articulaciones al mismo tiempo. Viejos que responden al avance tecnologico con una sonrisa deprimente, de decepcion, que no hacen mas que recordar objetos de otras epocas, sintiendo real melancolia por haber sido los dueños y maestros de su tiempo. Tener que conformarse ahora con sorprenderse con unas pocas cosas, y visualizar su propio retroceso. Rascarse como perros viejos, morsas serpenteantes, malditos gusanos del estado que espera con ansias su deceso para reemplazarlos por especimenes jovenes y fuertes. Ser ratas de laboratorio de la economia del pais, entes drogados para sentirse renovados. Seres que miran al vacio y se conforman con un futuro para su descendencia, en lugar de un futuro para sus cuerpos, que desean feliz navidad sin esperanzas ya de poder disfrutar los festejos.
Señoras que cargan en su silla mecedora a sus nietos, y recuerdan los pequeños cuerpecitos de sus hijos al nacer. Señoras que añoran el vitalicio e irretornable cuerpo de sus maridos en juventud... señores y señoras que no ven pasar el tiempo sin encontrar nuevas arrugas, sin preguntarse si podran ocupar un lugar a la derecha de Dios... sin dejar de asistir a reuniones religiosas para dejar algo que permita recordarselos y que les permita ganarse el cielo. Señoras y señores, que no tienen mas que arrastrar que un maldito y pesado, carrito de supermercado...