martes, 23 de noviembre de 2010

4°. Lo intrínseco del Conocimiento - 2.

Cabe destacar cierta distinción de conocimientos, para que todo esto no quede en la oscuridad o en un conflicto interno. Existen a mi entender, dos tipos de conocimientos. Uno se adquiere directamente de la naturaleza y es el que ya he tratado, es conocido y asimilado, se aprende en cierta parte desde la naturaleza, y el resto desde nuestra propia mente, cuya modificación es aplicada en la vida diaria. En dicha categoría también incluiremos el conocimiento obtenido directamente desde el ser humano, puesto que el, sea cual sea la época o el lugar donde ha desarrollado este conocimiento, lo ha aprendido de la naturaleza. A este conocimiento lo llamaremos, Conocimiento Prolífico, es decir, un conocimiento que tiene la capacidad de reproducirse, y que luego es maleable, adaptativo y extensivo. Luego vemos, un conocimiento que proviene, de ciertas manifestaciones internas, y que son conocimientos propios de cada ser, es decir que tanto su manifestación, como su aparición, y su asimilación, son características que dependen de cada ser y su adaptación al entorno. Son conocimientos percibidos e intuitivos antes que nada, y a estos los llamaremos Conocimiento Connatural, puesto que su origen es natural y propio de cada ser. En este ultimo es en el que centrare este texto.
El conocimiento connatural, en principio, tiene su origen en estas manifestaciones a las cuales llamamos Sentimientos, y aquí apelare al conocimiento y la idea general de lo que la mayoría de nosotros llamamos "Sentimiento", para no caer en un laberinto de términos. Es decir, estos conocimientos nacen de una intuición, aunque hay casos en los que no, luego son sensación, y luego son sentimiento. Al asimilarlos como sentimientos, lo que hacemos es transformarlos de manera inmediata en un pensamiento, una idea, es decir, racionalizar el sentimiento en si. Entonces, dicho conocimiento nace del ser, tiene su origen en el, y la producción desde el sentimiento es directa, es decir que no sufre de intermediarios externos. Antes de llegar a ser un pensamiento, o sea, de ser asimilado, el sentimiento es puro y se transmite mediante símbolos sensoriales. Una vez que es entendido, asimilado, y se lo razona, se le encuentra un motivo de ser y estar, etc, se convierte en un conocimiento mas del hombre, que ha sido modificado, pero esta vez con la diferencia de que se modifica a si mismo, para su adaptación, y esto no implica corrupción, pues cambia con su propia esencia. Es decir que al aparecer otra nueva sensación, seguida o no de una intuición, sucede cierta comparación entre ambas, y termina por definirse un solo conocimiento. Un ejemplo simple de ello, es el hecho de que no podamos decir que amamos y que odiamos a una misma persona.
Para darle una forma a esto, debemos primero exponer una diferencia clara entre el "sentimiento" y el "conocimiento del sentimiento". No puedo bajo ninguna circunstancia darle una definición estricta al sentimiento, ni es mi intención hacerlo tampoco, tan solo le daré un poco mas de claridad al asunto y resaltare su clara diferencia para con el conocimiento que le es posterior. El sentimiento es algo totalmente espontáneo, es connatural por ser precisamente parte del hombre en su función de interacción e irrupción en la naturaleza y la sociedad, es propio de el y de su naturaleza también propia. Es decir, que desde que comenzamos a existir, el sentimiento es parte de nosotros, así como la capacidad de percibirlo. El mismo, ansia la libertad, con cada hecho que se nos presenta, y busca hacerse presente y en ciertos casos, racionalizarse, comprenderse, y asimilarse. Es cuando se redescubre esto, el sentimiento, que comienza a existir el conocimiento del sentimiento. Lo percibimos, lo analizamos (siempre en el campo de las sensaciones), y luego lo entendemos y lo racionalizamos. Entonces pasa a ser no solo el sentimiento percibido, sino que una idea que ronda al sentimiento en si y que le da una forma, un tiempo y un lugar, y lo explica aunque sea mínimamente.
Una vez entendida dicha diferencia, podemos detectar, que el origen del conocimiento siempre es natural, pero con la clara distinción de las consecuencias de su modificación, y su aplicación. Uno es natural en cuanto se genera de la naturaleza y es descubierto o redescubierto por el ser vivo en su proceso de adaptación a esta misma naturaleza. El otro es natural en cuanto se genera de la propia naturaleza, es parte de ella, y también sus cambios se aplican a ella. También es redescubierto en su proceso de adaptación para con el entorno, especialmente en su adecuación para la sociedad en la que se ha insertado.
Daremos entonces, un pequeño paso hacia su aplicación, su uso. En primer lugar, el hecho de ser modificado y amoldado a cada ser, no implica necesariamente un progreso. El concepto evoluciona en cuanto conocimiento porque la mente en si progresa, pero esto solo se puede afirmar en cuanto a si mismo. Es decir, que no podemos afirmar que somos mas inteligentes de lo que fueron otros seres en otras épocas, puesto que para ello deberíamos haber convivido con ellos y en su ambiente. Por lo tanto, el conocimiento puede estar progresando positiva o negativamente. El hecho de que en la actualidad, nuestro conocimiento parezca ser mas amplio que en la antiguedad, por ejemplo acerca de la anatomía humana, no significa que ese conocimiento sea mas correcto, y ni aun podemos asegurar que sabemos mas, solo que sabemos mas con respecto al conocimiento dentro de nuestra misma cultura y tiempo. Es decir, que quien en la antiguedad recibió el conocimiento de una forma pura, pudo haber estado mas acertado que nosotros, que lo hemos ido transformando para adaptarlo a los limites de nuestro mundo. Por supuesto también puede darse el caso de que su evolución hasta ahora, si haya sido positiva, puesto que de ciertos conocimientos, se han manifestado otros, y de ellos se ha dicho que han sido descubiertos.
En cuanto a su uso, el conocimiento tiene dos usos básicos. El primero es la aplicación al entorno, es decir, al ser racionalizado y/o ajustado a uno mismo, lo que sucede es que le encontramos un modo y una razón de ser, siempre dentro de nuestros limites. Así, le hemos brindado un carácter de objeto, y una finalidad clara, es decir que podemos hacer uso del conocimiento, para lo que creamos que puede ser útil. El segundo uso básico, es la transmisión del conocimiento, su difusión. En este punto se me presenta cierta dificultad en el vocabulario, puesto que el afirmar que el conocimiento se "transfiere" me sugiere un traspaso del conocimiento puro, cuando realmente no es así, en primer lugar porque el conocimiento nunca es puro cuando es traspasado, y segundo porque la consecuencia de ese traspaso, es algo mínimamente distinto a lo que nos están intentan enseñar, nos llega la idea global, pero el comenzar a pensarla inmediatamente es comenzar a repensarla, a modificarla. Por ello es que hago uso de la palabra "trasmitir", porque creo que en si, esta palabra indica "comunicar", "difundir", hacer llegar cierto mensaje, que no tiene porque quedar en lo que transmito, sino que puede y debe sufrir una modificación, puesto que como ya hemos dicho, todos somos seres distintos en cuanto pensamiento y sentimiento.
Solo queda ver de este tema, para poder darle un termino a esta idea, ciertas características como lo son su fortaleza (es decir, la fortaleza del conocimiento), su aspecto biológico en cuanto hereditario por cultura, su aspecto psicológico y sus consecuencias para nuestra mente.

lunes, 15 de noviembre de 2010

3°. Disentir en el conocer - 1.

Discutiremos el carácter "temporal" y el "personal" o propio, aplicados al concepto del conocimiento, comenzando por darle una forma al conocimiento en función de la mente y el razonamiento puro de cada individuo, y probando mediante esto, al mismo tiempo, el mismo carácter personal.
Cada suceso forma parte de una historia personal y mediante la relación que une a los individuos pasa a formar parte de una historia social. Al ser cada suceso el inicio de un conocimiento, al relacionar los sucesos de cada individuo, se forma un conocimiento general del hombre o de la sociedad en que es aplicado. El conocimiento entonces es todo aquello que forma el individuo en su relación directa con el mundo y la naturaleza, y que se transmite, exponiéndolo a un proceso evolutivo y a una molificación irrecuperable, mediante la interacción directa o indirecta con el resto de los seres vivos o con el mismo mundo. Por ende son producto de hechos que pueden ser producidos mediante sucesos naturales, sin necesidad de otra capacidad especifica que una memoria racional y una sensorial. La memoria sensorial se encarga de que recordemos los conocimientos que facilitaran nuestra supervivencia en el entorno, y la memoria racional se encargará de que recordemos los conocimientos que nos ayudarán en la adaptación al entorno, y en su constante observación. El conocimiento no se crea, pues ha llegado a nosotros ya sea de la naturaleza como del hombre mismo, ya creado y modificado, condicionado por la opinión del ser humano en el caso de llegar de él. En la obtención directa desde la naturaleza, el conocimiento se asimila y luego como en el caso de todo ser humano, sufre una modificación irrevesible, pero ya ha llegado también condicionado por el factor temporal.
Es decir que el tiempo, o mejor dicho, el hecho de que el ser vivo asimile al tiempo y le de una descripción definitiva, y que haga uso de el, afecta directamente a lo natural que contiene al ser vivo en si, junto con todo su mundo individual. Entonces, todo aquello que llamamos tiempo afecta directamente al conocimiento natural, y lo que es un árbol para nosotros hoy, no lo ha sido para otros en otras épocas, y no sólo tomando en cuenta el condicionamiento que produce la opinión misma del ser, sino también el ambiente en que el conocimiento es redescubierto.
Para ilustrar mejor esto, podemos aplicar el mismo ejemplo que ya hemos mencionado, el del árbol. Si yo en este mismo momento fuera, en todo mi ser, residente de un bosque, en los inicios de este mundo y de este tiempo, y saliera a descubrir el mundo, al observar el árbol por primera vez (por supuesto me encontraría en absoluta soledad sin otra interacción que la que mantengo con la naturaleza), no sabría que es un árbol, ni como llamarlo, solo crearía en mi un conocimiento acerca de este árbol, que englobaría lo básico para una primera observación, como pueden ser: una estructura definida, colores (sin saber necesariamente cuales), una posición (como lo es su posición vertical), etc. Esta es una observación pura, pero inmediatamente mi razonamiento, mi mente por completo, comenzaría a formular teorías acerca de este nuevo objeto y a cada nueva característica que descubra, más transformaré el conocimiento puro que se me ha presentado (puro ante mi mundo limitado por mis sentidos, puesto que la observación directa, o el uso de cualquiera de mis sentidos, jamás podría mostrarme algo en forma pura). Incluso podría comenzar a atribuirle poderes y transformarlo en un objeto que puede ser divino para mi pensamiento primitivo. Ahora, volviendo a mi época, en la cual todo conocimiento desde que he nacido, se me ha transmitido con un determinado nivel de corrupción, refiriéndome particularmente a que ha pasado por muchas mentes y que ha sido reformulado y recreado por muchas personas y/o entidades, por distintas épocas en que las mentes han pensado de formas distintas, y por diversos ambientes; entonces, el conocimiento ante mi primera observación con el árbol sería distinto, puesto que estoy rodeada de una sociedad que condiciona constantemente mi pensar y mis posibles ideas con respecto a los objetos nuevos. Si bien mi primera observación sería lo mas pura posible, inmediatamente mi entorno y mi mente cambiarían mis ideas, y me describirían un molde predefinido y definitivo para ese mismo árbol. El ambiente no es el mismo que en el otro caso, así que el árbol podrá ser distinto, y mi situación también será distinta, lo cual perjudicará la imagen que tengo del objeto.
Si bien todos tenemos una definición común que es muy similar, para lo que es un árbol, no todos lo veremos de un mismo modo. Es decir, somos personas distintas, con mentes distintas y con parámetros de observación distintos. Algunos lo verán inicialmente cómo una estructura natural, otros una entidad protectora, otros como una figura imponente, etc. Todos, por ser personas distintas, tendremos de por si, un concepto distinto acerca del objeto a observar. Nuestros sentidos limitan nuestra vista, pero también nos muestran algo en común que nuestra propia mente modifica. En definitiva, el conocimiento sólo se presenta en una forma pura en cuanto a lo puro de nuestros sentidos, en un ambiente puro, no corrupto. El tiempo, el ambiente, la interacción directa con otros seres y con nosotros mismos, y nuestro paso de una posición neutral a involucrarnos directamente, corrompen la imagen pura que alguna vez fue, la imagen natural de las cosas. Todo cambio es irreversible, puesto que tendríamos dejar de pensar, de ser afectados por el entorno y por el tiempo, y tendríamos que ser la naturalidad misma para encontrar este estado en lo que nos rodea, y por ende, en el conocimiento acerca de ello.